Blog di FORMAZIONE PERMANENTE MISSIONARIA – Uno sguardo missionario sulla Vita, il Mondo e la Chiesa MISSIONARY ONGOING FORMATION – A missionary look on the life of the world and the church
15. Todo puede servir para construirse o para destruirse y, en este sentido, cualquier cosa es digna de meditación. En virtud de mi fe en la potencia sanadora del silencio, al principio creía que casi todo lo que no funcionaba en mí podría arreglarlo, antes o después, con las sentadas. Poco a poco fui percibiendo que las sentadas apuntaban a lo que no son sentadas y que, por ello, cualquier cosa que escuchase, observase o hiciese servía para cualificar mi meditación y, en definitiva, para robustecer mi carácter. Caminar estando atentos, por ejemplo, o lavarse los dientes estando atentos: percibir el fluir del agua, su refrescante contacto en las manos, el modo en que cierro el grifo, el tejido de la toalla…
Cada sensación, por mínima que parezca, es digna de ser explorada. La iluminación (es decir, esa luz que ocasionalmente se enciende en nuestro interior, ayudándonos a comprender la vida) se esconde en los hechos más diminutos y puede advenir en cualquier momento y por cualquier circunstancia. Vivir bien supone estar siempre en contacto con uno mismo, algo que solo fatiga cuando se piensa intelectualmente y algo que, por contrapartida, descansa y hasta renueva cuando en efecto se lleva a cabo.
Un escritor —y pongo ejemplos que me son afines— no es solo escritor cuando crea su obra, sino siempre. Un buscador, un explorador de los abismos del interior, no lo es solo cuando se sienta a meditar, sino siempre. La calidad de la meditación se verifica en la vida misma, ese es el banco de prueba. Por eso, ninguna meditación debería juzgarse por como nos hemos sentido en ella, sino por los frutos que da.
Más aún: meditación y vida deben tender a ser lo mismo. Medito para que mi vida sea meditación; vivo para que mi meditación sea vida. No aspiro a contemplar, sino a ser contemplativo, que es tanto como ser sin anhelar.
Combonianum è stato una pubblicazione interna di condivisione sul carisma di Comboni. Assegnando questo nome al blog, ho voluto far rivivere questo titolo, ricco di storia e patrimonio carismatico.
Il sottotitolo Spiritualità e Missione vuole precisare l’obiettivo del blog: promuovere una spiritualità missionaria.
Combonianum was an internal publication of sharing on Comboni’s charism. By assigning this name to the blog, I wanted to revive this title, rich in history and charismatic heritage.
The subtitle Spirituality and Mission wants to specify the goal of the blog: to promote a missionary spirituality.
Sono un comboniano affetto da Sla. Ho aperto e continuo a curare questo blog (tramite il puntatore oculare), animato dal desiderio di rimanere in contatto con la vita del mondo e della Chiesa, e di proseguire così il mio piccolo servizio alla missione.
I miei interessi: tematiche missionarie, spiritualità (ho lavorato nella formazione) e temi biblici (ho fatto teologia biblica alla PUG di Roma)
I am a Comboni missionary with ALS. I opened and continue to curate this blog (through the eye pointer), animated by the desire to stay in touch with the life of the world and of the Church, and thus continue my small service to the mission.
My interests: missionary themes, spirituality (I was in charge of formation) and biblical themes (I studied biblical theology at the PUG in Rome)
Manuel João Pereira Correia combonianum@gmail.com
Questo blog non rappresenta una testata giornalistica. Immagini, foto e testi sono spesso scaricati da Internet, pertanto chi si ritenesse leso nel diritto d’autore potrà contattare il curatore del blog, che provvederà all’immediata rimozione del materiale oggetto di controversia. Grazie.